A
los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás
preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar:
"¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar
mariposas?" Pero en cambio preguntan: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos
hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?" Solamente con estos
detalles creen conocerle.
De “El Principito”, A. De Saint-Exupery. 1943.
Un recorrido histórico a través de la construcción de parámetros que pretenden dar cuenta de la inteligencia humana y de los indicadores para determinar su medida.
¿Esta medida también determina al individuo y sus capacidades dentro sus contextos -escolares, laborales, familiares-? ¿Lo ubica en una posición, un lugar fijo e inamovible en sus ámbitos vitales?
Una psicopedagogía crítica, puede intentar utilizar estos conceptos e instrumentos para acercarse a los modos de conocer de cada sujeto y, en consecuencia, colaborar en el desarrollo de programas educativos que contemplen la diversidad de relaciones que cada individuo construye con el conocimiento y sus particulares modos y significaciones del aprender.
¿Esta medida también determina al individuo y sus capacidades dentro sus contextos -escolares, laborales, familiares-? ¿Lo ubica en una posición, un lugar fijo e inamovible en sus ámbitos vitales?
Una psicopedagogía crítica, puede intentar utilizar estos conceptos e instrumentos para acercarse a los modos de conocer de cada sujeto y, en consecuencia, colaborar en el desarrollo de programas educativos que contemplen la diversidad de relaciones que cada individuo construye con el conocimiento y sus particulares modos y significaciones del aprender.
Diciembre 2013.
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